Valentín, el hombre que queremos

Mesa de Consultas en Navarrete

Por Juan Isidro Inoa

“Queremos a un hombre/que se acerque a nosotros/que cante con nosotros/que beba con nosotros el vino en la taberna/que sepa nuestras penas/que tenga orgullo y rabia/que tenga corazón y fortaleza” –Ricardo Cantalapiedra-

De entrada al leer el titular se podrá pensar que desde ya estoy postulando al senador Julio César Valentín para la presidencia de la república en el 2016, pero no. Aunque me gustaría porque sería el primer presidente que me llame por mi nombre aunque sea para reprocharme algo. Pero por mi nombre.

El titular mas bien viene por los versos de Cantalapiedra que sirven de entrada al escrito.

El senador por Santiago Julio César Valentín ha estado realizando las llamadas “Mesa de Consultas” en cada uno de los municipios que conforman la provincia. Con esta “Mesa de Consultas” Valentín entra a jugar el papel que como representante de la sociedad ante el congreso y el gobierno le corresponde. Legislar y representar.

Con esta “Mesa de Consultas” Valentín va al centro de las comunidades (como cuando iba a solicitar el favor del voto) a escuchar sus reclamos, sus quejas, sus iras, sus sueños, y sin promesas se integra junto a ellos en comisión a tocar puertas en busca de lograr del presidente y sus ministros las prioridades.

Para estas “Mesa de Consultas” Valentín invita a los dirigentes de su partido PLD a los de su aliado PRSC, a los de la oposición PRD, Alianza País, FALPO, FLU, juntas de vecinos, cooperativas, empresarios, ONGs, maestros, asociaciones de campesinos, y todos los que se dicen dirigir algo, los escucha y junto a ellos se comisiona. Eso es oír. Eso es representar.

Hasta ahora yo no había visto ningún político que bajara a las comunidades a escuchar sus quejas sin estar en tiempo de elecciones y sin hacer promesas, que en eso se quedan. En promesas.

Aunque ese es el papel que como representante de la sociedad le corresponde, hay que resaltarlo porque estamos acostumbrados a elegir y a que se olviden de nosotros hasta un año antes del nuevo proceso electoral

Por eso comencé este escrito con un fragmento del poema “No queremos a los falsos pregoneros”, de Ricardo Cantalapiedra, que declamábamos en los tiempos del auge de las “poesías coreadas” en los años ‘70s y hoy en el 2013 es cuando encontramos a ese hombre que se embarra con nosotros, que escucha nuestras penas y aunque quizás no beba con nosotros el vino en la taberna, por lo menos se toma una taza de café fuerte, recién hecho (y mejor si es de pilón y colador), en cualquier casa que entra.

Valentín no teme ir a los barrios y campos porque a nadie le promete. Pero tiene todas las puertas abiertas porque a todos los escucha, se solidariza y se convierte en parte de ellos para la búsqueda de soluciones.

Si Ricardo Cantalapiedra estuviera aún con vida y viviera por estos lares de seguro que dijera que “Valentín es el hombre que queremos”.