miércoles, 13 de junio de 2012

¡Que me importa el PRD!


A raíz de la crisis creada a lo interno de PRD entre el bando del presidente del partido Miguel Vargas Maldonado y el ex candidato presidencial Hipólito Mejía por el control del partido, se han alzados muchas voces en busca de la mediación para que el PRD permanezca como primera fuerza electoral y mantener “fortalecido el sistema democrático en la República Dominicana”.

Ese cliché los escuchamos de boca de dirigentes del partido en cuestión, de dirigentes del partido oficial, mediadores, hacedores de opinión y de todo aquel que le pongan un micrófono o video-cámara.

¿En verdad ellos quieren lo que dicen?

Embuste. El PLD como partido le conviene una división para mantenerse en el poder por mucho tiempo mas,  así como quería el PRD que el PLD llevara a Margarita Cedeño de Fernández como candidata para que el sector del hoy presidente electo Danilo Medina se desprendiera del PLD y así el PRD ganar las elecciones.

Los que a diario hablan de “unidad perredeísta para salvar la democracia”, lo hacen mas que asumir poses ante las cámaras, pero en su interior desean lo contrario.

A mi me da un “pepino” que el PRD desaparezca. El PRD cumplió su rol histórico al servir de sombrilla para proteger a los jóvenes de inquietudes progresistas y democráticas hasta el año 1982, cuando el presidente Antonio Guzmán de manera increíble pudo llevar a cabo la transición a la democracia dominicana sin trauma alguno.

A partir de ahí, el trauma para el país ha sido el PRD. No solo por sus malos gobiernos sino por los problemas internos que siempre han querido elevarlos a la categoría de problema nacional.

¿Entonces quién atenta contra la democracia dominicana? Sin dudas que el PRD, quien dentro de su folder de presentación tiene el “granadazo” de la junta, el tiroteo del Dominican Fiesta, el apagón y tiroteo de la cámara de diputados, y el tiroteo de los alrededores del Tribunal Superior Electoral.

Ningún otro partido ha hecho una travesura parecida. Pero peor aun, fue querer desconocer los resultados de un proceso electoral consciente de haberlo perdido.

Los que saben de elecciones dicen que “las elecciones se ganen en las urnas”, y el PRD perdió la del pasado 20 de mayo y debió reconocerlo el mismo día. Los argumentos de “travesuras” no son válidos porque si los hicieron fue fuera de las votaciones y los hicieron ambos, sólo que parece que el PLD ha aprendido más, pero en las votaciones ningún delegado del PRD  fue capaz de impugnar una mesa, porque no le dieron pie para ello.

¿Entonces de que vocación democrática perredeísta me hablan?

Si la ambición a lo internos del PRD lo quiere llevar a la muerte, que se entierre. Más de 20 partidos aguardan la oportunidad de crecer y jugar un papel democrático y sin trauma para el país.

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