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sábado, 10 de marzo de 2012

HATUEY: SUMA, RESTA Y DIVIDE

Hacen unos días que el candidato por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) Hipólito Mejía anunció al país su alianza con el Partido Revolucionario Social Demócrata que dirige el experimentado político Hatuey De Camps y la asunción de este como jefe de campaña de la candidatura.

Al asumir Hatuey la dirección de campaña del PRD, deja claramente establecido que más que una alianza es un regreso a su partido de origen, mediante una negociación no escrita, donde después de concluido el proceso electoral, él asumirá, mediante cualquier artilugio, la presidencia del partido blanco. Si así no fuera se dedicara por entero al fortalecimiento de su partido.

Con la adquisición del “Cacique” Hatuey, sin dudas que Hipólito le “suma”  a su candidatura un excelente vocero, un experimentado político y un hombre que sabe como y donde echar el pleito en la arena política dominicana. Un hombre frontal.

Le “suma” un hombre de autoridad y de atención mediática. Un hombre-noticia que, quiéralo o no, cada vez que habla reserva un espacio obligatorio en los diarios.

Pero también con la colocación de Hatuey como vocero y jefe de campaña, Hipólito le introduce a su candidatura un elemento de “resta”, por la capacidad de confrontación que tiene el nuevo diseñador de las estrategias y conducción de la campaña perredeísta.

Su anquilosamiento lo mantiene fuera de los nuevos métodos y formas de lucha política del siglo veintiuno. Lo mantiene fuera de la concertación y el convencimiento. Lo mantiene en el tiempo de la bravuconería, del hablar duro y las amenazas. Un método que surtió sus efectos en el pasado siglo.

Pero también con Hatuey el candidato Hipólito Mejía “divide”. Su escogencia como hombre “fuerte” de su campaña ha provocado una profundización de las diferencias entre el PPH y los seguidores del presidente del PRD Miguel Vargas Maldonado, quienes se estaban integrando lentamente a su candidatura y ahora han radicalizado su lucha de brazos caídos.

La sospecha del desplazamiento de Miguel Vargas por parte de Hatuey de la presidencial de PRD ha unificado ese sector y ha incitado al retiro nuevamente de aquello que se habían acercado al candidato.

Hoy se puede hablar con toda seguridad de que en el PRD hay dos tendencias radicalmente opuestas, la institucional que representa Miguel Vargas Maldonado y la del PPH como se hacen llamar los seguidores del candidato Hipólito Mejía. Dos tendencias que actúan como “agua y aceite” que no se mezclan y lo que es peor como “fuego y gasolina”.

No hay dudas que la decisión del candidato del PPH de poner a Hatuey como jefe de campaña ha sido tomada por la desesperación que provoca su estrepitosa caída en la preferencia electoral ante el candidato del partido oficialista PLD, Danilo Medina, quien ha remontado una diferencia de mas de 14 puntos porcentuales en los últimos tres meses.

Nadie “cambia de caballo al cruzar el río” y menos si se esta cruzando bien. Pero los números indican que el “caballo” César Cedeño estaba caminando hacia atrás y tuvo que cambiarlo, y ahora le ha sido peor.

Ahora un partido radicalmente (PRD) dividido, con un candidato presidencial tosco y un candidato vicepresidencial incoloro y desconocido, tendrá que enfrentar un PLD unido, con un discurso que aceleradamente esta calando en el pueblo y una candidata vicepresidencial enraizada en las entrañas del pueblo que la coloca como la mejor valorada de todos los políticos que corren para las elecciones del 20 de mayo próximo y la ayuda del un fenómeno político llamado Leonel Fernández, para el PPH se hace cuesta arriba repuntar.

Si Hatuey no hubiera asumido la jefatura de campaña del PPH, su partido podía ser utilizado como canalizador del voto de los perredeistas descontentos y a la vez fortalecía su partido, pero como lo que le interesa es la presidencia del partido del “jacho”, el voto es lo que menos cuenta.

Por lo visto ya de nada vale César Cedeño y mucho menos Hatuey De Camps, quien ha llegado a restar y a dividir, más que a sumar.