La estudiante del cuarto del bachillerato, Kimberly Esther Adón, de 16 años de edad, salió a las 11:00 de noche del pasado sábado con unos amigos a pasear, pero apareció en el hospital Ney Arias Lora, muerta, con el cuello roto.
Nadie sabe contar lo qué pasó y sus amigos ahora no aparecen, comentó su tía Bienvenida Paredes, quien no cree la versión de que su sobrina sufrió un accidente.
Cuando el Instituto de Patología Forense le entregó el cadáver a la familia, le hicieron fotografías y videos del cuello roto.
De acuerdo con la versión de José Antonio Martínez, tío de la joven que el 25 de este mes cumpliría 17 años, a Kimberly la llevó un grupo de jovencitas al hospital, pero ella salió con cuatro adultos y dos menores de los cuales citó sus nombres.
Contó que Kimberly vivía con su abuela materna, Julín Adón, en Sabana Perdida, quien se quedó a cargo de ella cuando la madre de la menor murió hace cinco años de un tumor cerebral.
“La necropsia dice que mi sobrina murió por trauma contundente múltiple. Mi sobrina tiene un trauma severo en el cuello y esas personas saben lo que pasó”, aseguró, lo cual también corroboró su tía Bienvenida Paredes.
Contaron que la jovencita le dijo a su abuela que iba a llegar al “Tanque” con sus amigos a comprar algo, pero no regresó.
El padre de la niña, Pablo Jáquez, dice que no quiere que hagan justicia, porque él la va a hacer con su propias manos.
Kimberly estudiaba en el liceo Doña Enma Balaguer, tenía cuatro hermanos y quería ser médico.
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