La amada y odiada pubertad: si hay algo que me hace muy feliz es que sólo se vive una vez en la vida, porque si hubiese que vivirla en más ocasiones de seguro nos volveríamos locas. No hay época en la que tu cuerpo cambie más que en esta y lo peor de todo son las cientos de preguntas sin respuesta que nos hacemos y que nos atormentan.
¿Será que te vas a ver así para siempre? ¿Vas a aprender a comprar el sostén adecuado eventualmente? ¿Y maquillar? ¿Llega una edad en la que de la nada lo sabes todo? Espera… y eso de los pelos ¿me tendré que depilar una vez a la semana des ahora y para siempre? ¿QUÉ HAGO PARA QUE MI UTERO SE CALME Y NO ME MATE DE DOLOR DURANTE LA REGLA?
Todas pasamos por eso y sobrevivimos, así que ahora nos toca apadrinar (¿o amadrinar?) a las más pequeñas y enseñarles todas estas cosas que pasan cuando uno es mujer y le toca crecer.
1. Cuando cambias y creces de forma tan acelerada que tu rostro y tu cuerpo se ven algo extraños
Siempre miro fotos de mí misma cuando tenía 12 o 13 años y encuentro que me veo terrible, pero tranquila, que pronto tu cuerpo termina de transformarse y en un par de años te volverás a ver como un ser humano normal y relativamente simétrico.
2. Cuando empiezas a usar sostén y no tienes ni la MENOR idea de cómo encontrar la talla perfecta (¿Qué significan esos números y esas letras?)
En esto no sé si puedo ser tan optimista, porque las mujeres solemos cambiar de talla bastante a medida que pasa el tiempo. Simplemente preocúpate de medirte en algún lugar especializado cada cierto tiempo (y reza para que tu talla no sea muy cara).
3. Cuando te entra una preocupación poco sana sobre lo que los demás piensen de tu cuerpo
Spoilers: se pasa con el tiempo y, eventualmente (y con mucho esfuerzo) vas a llegar a decirle “¿Y QUÉ?” a todo aquel que se atreva a cuestionar tu corporalidad. Aprender a amarse a una misma es lo mejor.
4. Cuando pasas de niña a adolescente y cambias completamente tu estilo, asustando a tus padres
Y de paso asustando a tu yo del futuro, porque cuando vuelvas a ver las fotos de cómo te vestías en esa época te vas a querer persignar.
5. Cuando te enfrentas a la cruda realidad de tener que empezar a depilarte con frecuencia
Tú jurabas que todo era como en los comerciales, pero no. Hay que depilarse varias veces al mes si no quieres tener vellos (aunque si quieres dejártelos también está bien).
6. Cuando comienzas a vivir el drama del amor y los novios
Y cree que mientras más dramática la historia más romántica. El tiempo te enseñará, pequeña saltamontes, que es más bien lo opuesto.
7. Cuando tus padres deciden que ha llegado la hora de darte la temida y extraña conversación sobre sexo
Y no sabes quién tiene más miedo, si ellos o tú.
8. Cuando los granos hacen su aparición y tienes más espinillas en tu cara de las que creías posibles
En general se van con el tiempo, pero tengo que decir que a los 25 años me siguen saliendo de vez en cuando.
9. Cuando intentas aprender a maquillarte sólo para darte cuenta que era mucho más difícil de lo que pensabas
Yo pensaba que la adolescencia venía con algo que automáticamente te hacía ser experta en maquillaje, pero no. Hay que aprender, y cuesta.
10. Cuando te llega el período por primera vez y entiendes que los comerciales de toallas higiénicas no tienen sentido
¿POR QUÉ MUESTRAN A PURAS MODELOS SONRIENTES? Esto duele y bastante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario