Raúl Castro y Barack Obama, presidentes de Cuba y EE.UU. |
La Casa Blanca advirtió este lunes que “no es tan fácil” poner fin al acercamiento a Cuba iniciado por el mandatario estadounidense, Barack Obama, dado que eso tendría notables consecuencias “económicas y diplomáticas”, después de que el presidente electo, Donald Trump, amenazara con hacerlo.
“No es algo tan fácil como puede parecer con base en un solo tuit”, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, en su conferencia de prensa diaria.
El portavoz se refería al mensaje publicado horas antes por Trump en su cuenta oficial de Twitter, en el que afirmaba que, “si Cuba no está dispuesta a hacer un acuerdo mejor para el pueblo cubano, los cubano-estadounidenses y Estados Unidos en su conjunto” pondrá “fin al acuerdo” que dio inicio a la normalización diplomática en 2014.
“Cancelar todo esto supondría un enorme golpe económico para los ciudadanos cubanos”, argumentó Earnest, al recordar que varias empresas de turismo estadounidenses, como Airbnb, Marriott y Starwood, han recibido licencias para operar en Cuba y los contactos entre los nacionales de ambos países han aumentado.
La política de normalización también ha deparado “notables beneficios” a las empresas estadounidenses y al sector agrícola, recordó Earnest, además de aumentar los viajes a la isla de los estadounidenses, que estimulan con su gasto la economía local.
“Hay 110 vuelos diarios programados entre Estados Unidos y Cuba en los próximos meses”, recordó el portavoz de Obama.
Earnest advirtió, además, de los efectos “diplomáticos” que tendría una vuelta a la enemistad con Cuba en las relaciones de EE.UU. con el resto de Latinoamérica, que están “en su mejor punto” gracias a haber eliminado el “irritante” que suponía la tensión con el Gobierno cubano.
El portavoz también defendió la decisión de Obama de no criticar a Fidel Castro en el comunicado que emitió el sábado con motivo del fallecimiento del expresidente de Cuba, en el que dijo simplemente que la historia “juzgará” al líder de la revolución cubana, mientras que Trump le tachó de “brutal dictador” que reprimió a su pueblo.
“No se puede negar el tipo de violencia que ocurrió en Cuba bajo el régimen de Castro”, indicó Earnest.
“Pero emitir un feroz comunicado e implicarnos en el tipo de recriminaciones mutuas (con el Gobierno cubano) que están atadas al pasado, nada de eso va a servir para mejorar las libertades en Cuba”, agregó el portavoz.
El senador republicano de origen cubano Marco Rubio y otros anticastristas han criticado a Obama por no mencionar la represión de Castro en su comunicado, pero Earnest destacó que el presidente prefiere “mirar al futuro”, sin olvidar el pasado.
Ni Obama ni el vicepresidente de EE.UU., Joseph Biden, tienen previsto viajar a Cuba para el funeral de Fidel Castro, según informó Earnest, que no llegó a confirmar que la Casa Blanca tenga previsto enviar una delegación oficial a la cita pero dijo que, de ser así, se anunciará “lo antes posible”.
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