Injusta cancelación del “zurdito Torres” en deportes

El excampeón Rafael Torres

 Por Juan Isidro Inoa

Cada ministro tiene su librito. El de Jay Payano era dar prioridad a los atletas y el de Jaime David Fernández Mirabal las instalaciones deportivas.

Cada uno tiene su criterio. Su punto de vista.

Pero ambos deben coincidir en uno que debe estar en todos los libritos de estrategias. Lo humano.

Con esos atletas que han paseado el mundo con nuestra bandera y que han hecho sonar nuestro himno con orgullo los alabamos en sus momentos de glorias y luego los tiramos al olvido.

Rafael Torres, conocido en el boxeo como “el zurdito Torres”, a pesar de ser derecho, es uno de esos que exhibió nuestra bandera en varios países y hoy lo han sometido a un mundo de gran estrechez.

Su mayor ganancia por el título mundial fue de 15 mil dólares, si los malgastó no me importa. Otros los han hecho y son socorridos y efímeros funcionarios se han beneficiados de jugosas y privilegiadas pensiones.

Rafael Torres no es el único, pero he vivido su dificultad y la he sentido como la mía. Y lo peor es que ni sus prestaciones se la han dado.

Rafael Torres en pelea por el título

De nada vale tener buenas y bonitas instalaciones si no tenemos buenos y dedicados entrenadores. Y ese es el trabajo que hacen los hombres y mujeres de acumuladas experiencia deportiva. Entrenar los futuros representantes del país para futuras competiciones.

Esos atletas que hoy están siendo cancelados por el Ministerio de Deportes, junto con su sueldo, están perdiendo su seguro de salud. Algo que en estos momentos, donde la medicina se ha convertido en una de las profesiones más lucrativas en el país, le pone la situación mucho más difícil a nuestros ex atletas.

Así no Jaime. Así no!

Anécdota

En su primera defensa del título mundial en Indonesia, ya todos en el cuadrilátero y una arena con más de 15 mil personas esperando el inicio de la pelea, se tocó el himno anfitrión y justificaron que no tenían del de dominicana, por lo que Torres dijo que no había pelea hasta que el himno dominicano no sonara o que buscaran micrófonos que ellos lo cantaban, entonces apareció el himno. Torres peleó y ganó.