domingo, 27 de marzo de 2011

Una foto para la eternidad


Una foto para la eternidad
En el verano de 1976, una joven llamada Fiona Walker permitió que su novio y fotógrafo Martin Elliott tomase una picante fotografía que con el tiempo se convertiría en un icono sexual.

Aquella instantánea empapeló las paredes de millones de jóvenes y ahora llega a la exposición 'Court on Canvas'.
Quién iba a decirle a aquella chica, que lo que empezó como un juego acabaría convirtiéndose en un póster de la firma de material deportivo Athena y en un negocio millonario.

La instantánea nació, como tantas otras cosas, de la improvisación y de un golpe de genialidad: Elliott colocó a su modelo un vestido blanco que le había pedido a una amiga de una amiga y llevó a Fiona a una pista de tierra, dejó caer unas bolas de tenis con las que jugaba su perro y le pidió que caminase hacia la red y enseñase una nalga.

"La encuentro en sitios muy extraños" “Yo era bastante ingenua entonces, no cobré ni una libra por esa fotografía, y es una de las más vendidas de la historia.

Cuando la veo, sonrío, a veces me la encuentro en sitios muy extraños. Mi madre tenía una copia muy desvaída en el estudio de mi padre. Yo misma conservo una pequeña postal", asegura Walker.


A partir del 27 mayo, la fotografía formará parte de la exposición 'Court on Canvas' que podrá contemplarse en el Instituto Barber de Birmingham. Una muestra que contará con obras de LS Lowry, Stanley Spencer, Paul Nash, David Hockney y Eric Ravilious y donde se podrá disfrutar de una fotografía que es parte de la memoria colectiva de toda una generación.

"No me arrepiento de haber posado así. Mis hijos presumen de que su madre es la chica del póster, aunque nadie les cree", asegura con cierta sorna Fiona, que aquel día se convirtió en la 'Chica Tenis', la imagen que más se asocia con el mundo de la raqueta en todo el Reino Unido y la protagonista de una foto para la eternidad.


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