Recientemente cinco de los protagonistas del programa radial “El Gobierno de la Mañana” que se transmite por la Z-101, se vieron en la obligación de renunciar a su trabajo, y con ello a sus prestaciones laborables, por la presiones a que fueron sometidos por la administración de la empresa radial para la que laboraban, quienes los obligaban a someterse a un sinnúmeros de restricciones que limitaba por completo el ejercer sus funciones de periodistas.
Según lo expresado por los renunciantes Julio Martínez Pozo, Eury Cabral, Melton Pineda, Víctor Gómez Casanova y José La Luz, en el ejercicio de sus funciones se le había prohibido mencionar el nombre del candidato oficialista Danilo Medina y comentar sobre las encuestas.
De los renunciantes, tres (Eury, Martínez Pozo y La Luz) se identificaban con el candidato oficialista y dos (Melton y Víctor Gómez) con el partido opositor PRD, pero de la corriente del opositor interno al candidato Miguel Vargas Maldonado.
Lamentablemente en esta oportunidad no he escuchados a ningunas de las “bocinas”, que con el caso de Guillermo Gómez hablaron de censura, decir nada, cuando ahora si se trata de una censura, de una coerción de a libertad de prensa e información.
En el caso de Guillermo Gómez se trató de una mala práctica periodística. Se trató de la intervención telefónica y de correos electrónico para compaña y para la extorsión. Práctica condenada a nivel mundial. Pero ahora si es de censura al ejercicio pleno de la información.
Es sabido que mientras en las encuestas el candidato opositor Hipólito Meja estaba arriba todo se permitía en el citado programa pero cuando la situación comenzó a variar empezaron las limitaciones, amonestaciones y cesura a los renunciantes comunicadores, que sólo han conseguido la solidaridad de los desapasionados de la política y conscientes del papel verdadero del comunicador, mientras las “bocinas” se mantienen en silencio.
O es que acaso para ellos eso no es censura?
Según lo expresado por los renunciantes Julio Martínez Pozo, Eury Cabral, Melton Pineda, Víctor Gómez Casanova y José La Luz, en el ejercicio de sus funciones se le había prohibido mencionar el nombre del candidato oficialista Danilo Medina y comentar sobre las encuestas.
De los renunciantes, tres (Eury, Martínez Pozo y La Luz) se identificaban con el candidato oficialista y dos (Melton y Víctor Gómez) con el partido opositor PRD, pero de la corriente del opositor interno al candidato Miguel Vargas Maldonado.
Lamentablemente en esta oportunidad no he escuchados a ningunas de las “bocinas”, que con el caso de Guillermo Gómez hablaron de censura, decir nada, cuando ahora si se trata de una censura, de una coerción de a libertad de prensa e información.
En el caso de Guillermo Gómez se trató de una mala práctica periodística. Se trató de la intervención telefónica y de correos electrónico para compaña y para la extorsión. Práctica condenada a nivel mundial. Pero ahora si es de censura al ejercicio pleno de la información.
Es sabido que mientras en las encuestas el candidato opositor Hipólito Meja estaba arriba todo se permitía en el citado programa pero cuando la situación comenzó a variar empezaron las limitaciones, amonestaciones y cesura a los renunciantes comunicadores, que sólo han conseguido la solidaridad de los desapasionados de la política y conscientes del papel verdadero del comunicador, mientras las “bocinas” se mantienen en silencio.
O es que acaso para ellos eso no es censura?
