Para el abogado y comunicador santiagués, Jordi Veras, volver al quirófano de la Clínica Corominas fue como retroceder al día 2 de junio del 2010, cuando fue impactado por dos disparos en el rostro, en un intento de asesinato orquestado desde prisión por el fallecido empresario Adriano Román Román.
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