Si eres de los que aman las Crocs, no te molestes con el titular. El amor y el odio por estas sandalias de goma -que nacieron hace 15 años en Estados Unidos- han hecho que partidarios y detractores se enfrenten en apasionadas discusiones.
Hasta se han creado blogs bajo el nombre "I hate Crocs" (Odio las Crocs), donde cada quien opina lo que quiere.
Desde un punto de vista económico la historia de esta empresa no deja de sorprender: en 2007 vendía 50 millones de pares de sandalias al año.
Pero con la crisis económica de 2008 y un mercado que estaba saturado con el producto la empresa cayó del paraíso al infierno rápidamente.
En un año pasó de US$200 millones en ganancias a US$200 millones en pérdidas. Poco tiempo después la empresa apenas lograba sobrevivir.
"Mucha gente estaba vendiendo el mismo producto a los mismos clientes", dijo en 2012 el entonces CEO de la firma, John McCarvel, refiriéndose al peor momento económico que tuvo que enfrentar la compañía.
¿Cómo logró salir de ese agujero? Actualmente parece haber retornado desde el inframundo, aunque aún sigue en proceso de recuperación.
Millonaria inversión
No es por arte de magia que las Crocs están de regreso. En 2013 el gigante de las inversiones Blackstone puso US$200 millones en el negocio.
A partir de entonces al firma llevó adelante un proceso de reestructuración que la hizo cerrar cientos de tiendas, eliminar algunos de los modelos de zapatos más impopulares y cambiar el foco hacia su estilo más clásico: la tradicional sandalia de goma con huecos y colores fuertes.
Es que en un momento, buscando cómo mantenerse en el mercado, los ejecutivos tomaron la decisión de ampliar el rango de productos y se pusieron a fabricar todo tipo de zapatos: confortables, pero sofisticados y con estilo.
Por decirlo de algún modo, zapatos que estaban en línea con la tendencia imperante.
Pero el secreto de su reciente éxito es que -manteniendo una gama variada de productos- han vuelto a poner el acento en la sandalia original, aquella con la que la marca Crocs se hizo conocida en varias partes del mundo.
La misma que ha sido considerada tradicionalmente "fea", pero que incluso aquellos que la encuentran "fea", tal vez alguna vez la han usado. Aunque sea para cortar el césped del jardín o cuando están de vacaciones.
Según un análisis de mercado hecho por la consultora inMarket, en meses recientes se ha visto un aumento de 12% en la demanda por Crocs.
Un insólito material para fabricar zapatos
No está tan claro por qué famosos como Al Pacino, Matt Damon o Kate Winslet quisieron usarlas hace una década.
Lo cierto es que muchos clientes las encontraron cómodas y singulares, incluso aunque tuvieran ese toque "tosco" y poco sofisticado.
Nacieron como unas sandalias para aficionados a la navegación. Luego las empezaron a comprar jardineros, médicos, camareros y otros profesionales que deben trabajar todo el día de pie.
Poco a poco las empezó a usar la gente común y de un momento a otro aparecieron en algunas series de televisión como, por ejemplo, Grey's Anatomy.
Utilizan un tipo de material llamado croslite, creado en un laboratorio canadiense, que las hace livianas, resistentes y antimicrobianas.
Características muy valoradas por quienes las compran
Sin embargo, muchas personas prefieren las opciones más económicas aunque la calidad no sea la misma o definitivamente no se las ponen por considerarlas "demasiado feas".
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