Los eventos relacionados con el huracán María, que este miércoles bajó de categoría cinco a tres, pero se mantiene como un peligroso fenómeno, se sienten desde ayer en el país con fuertes ráfagas de viento en algunas zonas, frecuentes precipitaciones y olas anormales.
El huracán, que ayer se ubicaba a 155 kilómetros al este de Punta Cana, mantiene al país bajo alerta, con 11 provincias en roja, 15 en amarilla y 6 en verde, conforme el boletín emitido en la tarde de este miércoles por el Centro de Operaciones de Emergencia (COE).
El organismo continúa en sesión permanente con los comités de emergencias de las distintas instituciones que le componen, activados.
La Oficina Nacional de Meteorología (Onamet) mantiene el aviso de huracán desde Cabo Engaño hasta Puerto Plata, y de tormenta tropical desde Puerto Plata hasta Bahía de Manzanillo.
La Defensa Civil inició las evacuaciones preventivas en las zonas vulnerables de las provincias en alerta roja, y ya suman 1,084 personas desplazadas a casas de familiares y amigos.
Unos 4,500 turistas fueron trasladados a zonas seguras y unos 155 moradores de las zonas de Bávaro, por donde se sentirán más los efectos del huracán, están en un centro comunal. Hasta ayer no habían sido utilizados los 3,262 albergues oficiales que tiene habilitados el organismo. Desde el Ministerio de Obras Públicas se informó que ya se han desplazado todos los equipos pesados necesarios hacia las distintas zonas del país a fin de dar respuesta rápida a cualquier emergencia que se pueda presentar.
Rubén Darío Paulino Sem, ministro de Defensa, informó que se precedió al acuartelamiento de todos sus miembros para poder asistir en las labores, sobre todo, en las evacuaciones que se realizan en varias zonas del país desde inicios de semana. Juan Méndez García, director del COE, reiteró el llamado a la población a no bajar la guardia frente el huracán y no fiarse en la distancia que se ubique el ojo del país, sino a sus efectos asociados, como las lluvias, vientos y oleajes, sobre todo por la amplitud de su campo nuboso.
“Hemos tomado todas las previsiones de lugar para que no ocurran pérdidas de vidas y propiedades, pero depende mucho de que la población acate el llamado y no se exponga a situaciones de emergencia”, advierte.
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