El alegado propósito de la alcaldía de esta ciudad de remover una emblemática estatua de Juan Pablo Duarte, uno de los patricios principales de la República Dominicana, ha caldeado los ánimos de numerosos inmigrantes provenientes de este país caribeño, los cuales han comenzado a oponerse fervientemente a la iniciativa.
La estatua se encuentra desde el 1978 en la esquina formada por la Sexta Avenida y la calle Canal, en el Down Town, de Manhattan. Es el lugar a donde miembros de la comunidad dominicana acuden a depositar ofrendas y rendir otros tributos a Duarte y otros dominicanos que lucharon porque su país se independizara de Haití en el año 1844.
El 17 de agosto último el alcalde Bill de Blasio dijo que dentro de los próximos 90 días las autoridades de la ciudad estarán revisando “monumentos y estatuas que representen sentimientos raciales o molesten a grupos” de su ciudad.
Aunque oficialmente no ha sido confirmado, ha circulado aquí como reguero de pólvora la versión de que la icónica estatua de Duarte figuraría entre los monumentos a ser removidos, ya que se considera que éste y otros patriotas dominicanos pudieron haber estado inspirado en sentimientos racistas.
Se cree que esta iniciativa estaría siendo estimulada por grupos políticos y académicos que atacan frecuentemente los valores y la cultura quisqueyana, los cuales ya jugaron un rol protagónico contra la sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional que definió quiénes son o no ciudadanos dominicanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario