El supermercado Edeka, ubicado en Hamburgo (Alemania), ha decidido hacerle frente al racismo de una manera poco habitual. El local retiró todos los productos extranjeros de sus estantes por un día y vendió solamente alimentos nacionales.
De acuerdo con Metro, los anaqueles llevaban mensajes como "Este estante es bastante aburrido sin variedad" o "Tan vacío queda un estante sin extranjeros", mientras que un letrero en la sección de ensaladas rezaba: "Hoy nuestra selección conoce las fronteras".
"Edeka simboliza la diversidad. Producimos una amplia gama de alimentos en nuestra selección, que es producida en las diferentes regiones de Alemania", comentó un portavoz de la tienda. "Sin embargo, es junto con los productos de otros países cuando creamos la diversidad única que valoran nuestros clientes".
El representante señaló que la acción llevada a cabo el pasado sábado recibió muchos comentarios positivos.
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