El bateador emergente dominicano Robinson Canó, de los Marineros de Seattle, fue el bate clave en el triunfo de la Liga Americana por 2-1 sobre la Liga Nacional en el Juego de las Estrellas de las Grandes Ligas.
La edición 88 del Juego de las Estrellas se llevó a cabo en el “Marlins Park”, casa de los Marlins, en Miami, con una asistencia de 37.188 personas y duración de 3:16 horas.
En la parte alta de la décima entrada Canó (1), que al concluir el juego fue nombrado Jugador Más Valioso (MVP), mandó la pelota a la calle por todo lo alto del jardín derecho para sellar el triunfo de la Americana.
El dominicano mandó volar la pelota 365 pies (111 metros) y rompió un empate en la pizarra para dejar números definitivos de 2-1, al superar los servicios del cerrador Wade Davis.
El batazo de Canó alcanzó una velocidad de 106 millas por hora.
Canó es décimo octavo en la lista de jonrones en la Liga Americana, con 17 que ha conectado en lo que va del campeonato, pero esta vez el poder de su madero fue clave en la victoria.
Luego de robarse los reflectores en la décima entrada, Canó se hizo del premio Ted Williams al Jugador Más Valioso (MVP).
El dominicano se convirtió en el tercer jugador de los Marineros en ganar el MVP del Juego de las Estrellas, uniéndose a Ken Griffey Jr. (1992) y al japonés Ichiro Suzuki (2007).
Canó inició el juego como emergente y fue puesto out en el séptimo episodio cuando el relevo de los Padres de San Diego, Brad Hand, lo superó con sus disparos desde lo alto de la lomita.
Pero en la décima conectó el ofrecimiento de Davis y al pegar de cuatro esquinas se convirtió en el primer jugador en la historia del Juego de las Estrellas en pegar jonrón en extra innings desde que lo hizo el cubano Tony Pérez en 1967.
Coincidentemente Pérez fue uno de los ocho latinoamericanos integrantes del Salón de la Fama que hizo el primer lanzamiento antes del juego.
En el quinto episodio el antesalista dominicano de los Mellizos de Minnesota, Miguel Sanó, pegó sencillo a lo profundo del jardín izquierdo y dio movilidad a la pizarra remolcando a la registradora al segunda base de los Orioles de Baltimore, Jonathan Schoop, y poniendo 1-0 la pizarra para la Americana.
En la lomita el triunfo se lo acreditó el relevo Craig Kimbrel, octavo de nueve lanzadores, en trabajo de un episodio, al dar dos pasaportes y ponchar a dos enemigos.
El cerrador Andrew Miller logró el salvamento sacando los últimos tres outs, regalando una base y ponchando a un bateador.
Por la Liga Nacional el receptor puertorriqueño de los Cardenales de San Luis, Yadier Molina (1) pegó batazo de cuatro esquinas en el sexto episodio al cazar la serpentina del relevo dominicano de los Mellizos, Ervin Santana, solitario, con un out en la entrada.
La derrota la cargó Davis, el noveno y último lanzador de la Nacional, aceptando castigo de dos imparables, incluido un jonrón, y una carrera.
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