Rubén Darío Díaz Pimentel junto a su esposa Idia Estepan |
“No entiendo cómo es que la Policía tiene un servicio de inteligencia dentro de la institución para investigar casos y ellos se equivocan tan fácilmente”, reclamó un hermano del taxista asesinado por una patrulla de la Policía Nacional, el pasado domingo en Baní.
José Luis Díaz aseguró que su hermano, Rubén Darío Díaz Pimentel, de 50 años, estaba trabajando y se desplazaba con su vehículo por la carretera Baní-Villa Sombrero, en la zona conocida como El Matadero, cuando los agentes, en una patrulla de la Policía, le rebasaron, se le atravesaron adelante y, sin mediar palabras, le dispararon varias veces con armas largas.
“La Policía, como siempre, cuando comete sus errores, y no encuentra cómo justificar las muertes, involucra a las personas, diciendo que pertenecen a una banda o que fue un intercambio de disparos. En este caso, no fue así. Mi hermano fue asesinado vilmente por la Policía”, expresó.
Agregó que 27 disparos impactaron el carro azul, marca Toyota Camry del año 1996, que tenía el letrero de taxi en la capota. De esos disparos, tres impactaron a su hermano, dos mientras todavía estaba en el vehículo y otro cuando se bajó herido, alrededor de las 9:00 de la noche del domingo.
Esa versión es corroborada por la esposa de Díaz Pimentel, Idia Estepan, quien manifestó que un testigo vio cuando los agentes mataron a su esposo aun estando fuera del vehículo.
En la misma escena se encontraba el mecánico Ramón Antonio Pérez Mejía, quien también murió durante lo que la Policía llama una persecución tras un intento de asalto al comerciante Roy Peña, residente en el sector José del Carmen, en Baní, provincia Peravia.
Sin embargo, Dagoberto Díaz, otro hermano del taxista asesinado, informó que Roy Peña es amigo de la familia y que le dijo que lleva su vida normal y que nunca ha recibido ningún tipo de amenazas.
“Nosotros hablamos con él y él ha dicho que él lleva su vida normal y que nunca ha recibido amenazas. No sé de dónde ellos sacaron esa información”, señaló.
“Ellos no pueden andar averiguando así, porque ellos tienen que tener la seguridad de qué tipo de vehículo y qué placa es. Porque no hay placas iguales, todas son diferentes”, indicó Dagoberto.
“Fue un crimen tan horrendo y tan abusivo. Le cayeron a tiros a dos vehículos donde no iban delincuentes. Dos personas que iban en sus vehículos totalmente desarmados. Mataron a dos personas inocentes, de trabajo y serias”, lamentó el hermano de Díaz Pimentel, quien llevaba 12 años como taxista.
De su lado, Gisselle Rosario, sobrina de Díaz Pimentel, aseguró que fueron los agentes quienes llevaron a su tío al hospital.
“Eran hombres de familia y de bien. No es lo que la Policía está diciendo. Mi tío acababa de dejar a una persona, escuchó los disparos de la Policía y había informado por la radio a los demás taxistas, para que no transitaran por el lugar”, indicó.
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