martes, 29 de noviembre de 2016

Los cubanos empezaron este lunes a despedir a Fidel Castro en La Habana

Cuba ha comenzado este lunes a despedirse de Fidel Castro, el líder revolucionario dirigió durante casi medio siglo la vida en la isla, y miles de cubanos con rostros de tristeza, emoción contenida y lágrimas han guardado cola desde primera hora de la mañana para acceder al memorial José Martí, en la Plaza de la Revolución de La Habana, donde se han instalado tres puntos de homenaje, casi idénticos, con flores blancas, imágenes del comandante y sus condecoraciones militares.

Flanqueando esa suerte de altares, rinden guardia de honor miembros del batallón de ceremonias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y representantes del Consejo de Estado de Cuba, entre ellos la vicepresidenta del Consejo de Estado, Gladys Bejerano, y el ministro de Transporte, Adel Yzquierdo. No está, en cambio, la urna con las cenizas de Castro, como muchos en la fila esperaban, aunque los restos cremados sí viajarán a partir del miércoles por la isla, hasta Santiago de Cuba, cuna de la Revolución, donde se celebrará su funeral el 4 de diciembre.


“He venido a cumplir con mi deber patriota y revolucionario, en honor a nuestro comandante en jefe, que murió como comandante invicto”, contaba a Efe Jesús, un hombre de 85 años que colaboró con la lucha clandestina antes de la Revolución en Ciego de Ávila. Recuerda con cariño esos años en los que conoció a Fidel Castro, antes de convertirse en comandante en jefe de la Revolución, a quien recuerda como un hombre “humilde, alegre y campechano” que se convirtió luego en un líder mundial cuyo legado “estará vivo por los siglos de los siglos”.

Su “compañera” de lucha, Mercedes Cabrera, fue quien le avisó la noche del viernes de la muerte de Fidel y este lunes le acompañaba al memorial José Martí: “Nuestro comandante vive, no ha muerto. Sigue y seguirá en todas las generaciones futuras”. “Fidel nos enseñó a luchar y a ayudar a ancianos, niños, pobres y humildes. Él dijo desde el principio que esta Revolución era de los humildes y para los humildes y así ha sido”, subrayaba Cabrera, que formó parte del Ejército Rebelde en los años de la lucha guerrillera en la Sierra Maestra.
Emoción entre los asistentes

Las honras fúnebres han comenzado puntuales, a las 9:00 de la mañana hora local (15:00 hora penínsular española), con el disparo, tanto en la Habana como en Santiago de Cuba, de 21 salvas de artillería en homenaje al barbado comandante en jefe de la Revolución, que murió a los 90 años tras una década alejado del poder por problemas de salud.

Desde entonces, la cola discurre con fluidez, mientras muchos se secan las lágrimas con pañuelos y algunos no pueden evitar los sollozos, que resuenan por encima de los susurros y del sonido de las cámaras fotográficas en el ambiente solemne que preside este acto.

Idoliris, una estudiante de secundaria de 16 años, remarcaba su “tremendo orgullo” de poder despedirse de Fidel Castro y “tremenda pena” por haber perdido a un líder de su magnitud, aunque “su recuerdo estará siempre presente”.

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