sábado, 29 de octubre de 2016

Madre mantuvo a su hijo sedado y encerrado en clóset por tres años

Verónica Aguilar
Por el lapso de tres años el pequeño Yonatan Daniel Aguilar fue escondido en múltiples armarios, sedado con píldoras para dormir. Éstas le eran brindadas por su madre, alegan documentos de la corte obtenidos por el diario Los Angeles Times.

Después de dos meses de la muerte del menor, noticia que indignó a la comunidad angelina y que llamó a cuestionar lo eficaz del Departamento de Servicios Familiares (DCFS), surgen detalles sobre la tortura que vivió este menor latino bajo el cuidado de su madre —por años.

El menor de 11 años fue encontrado muerto dentro de un clóset en agosto en la residencia de Echo Park donde vivían él, su madre, sus tres hermano y su padrastro.

Pesaba tan solo 34 libras, había sido maltratado y estaba desnutrido.

Verónica Aguilar, madre del niño, solía mentir que su hijo se encontraba en México cursando materia en una institución cuando le preguntaban por él. Solo ella y otros tres hijos sabían la verdad: a un lado de su cama, donde dormían dos hijos, yacía su hermanito. Según los documentos, la madre les prohibió a los tres divulgar la información.


Todos los detalles de su caso son descritos en los documentos obtenidos por el diario angelino de la Corte Juvenil del condado de Los Ángeles, los cuales fueron difundidos por la corte a decisión de un juez, quien consideró necesario ver

Yonatan Aguilar pesaba apenas 34 libras al momento de su muerte. (Foto: Captura/ABC7)

Y tan efectiva fue la manera en que la madre ocultó a su propio hijo que, a sospecha de la Policía de Los Ángeles (LAPD), ni el propio esposo de Aguilar, quien vivía con ella, sabía del paradero del niño.
Muerte en un clóset

El pasado 22 de agosto, Aguilar se acercó a su esposo, José Pinzón, y le informó que Yonatan había muerto. Le pidió entonces que se hiciera cargo de los niños.

Pinzón creía que la mujer alistaría sus maletas para salir cuanto antes rumbo a México, donde supuestamente se encontraba el pequeño Yonatan, pero se llevó tremenda sorpresa cuando la mujer lo llevó al clóset de la habitación donde dormían dos hijos. Ahí, enredado en una cobija, yacía el cuerpo del pequeño, ya sin vida. Tenía espuma en su nariz, su cabello casi se le había caído por completo y a su alrededor había vasos medicinales.

“Me encargué del problema al arruinar mi vida”, dijo Aguilar a Pinzón, según los documentos.

Según el LAPD, Pinzón salió corriendo de la casa hasta llegar a una tienda 7-Eleven y desde ahí llamó a las autoridades.

Ese mismo día, un investigador del LAPD reunió a los cinco residentes —la madre, el padrastro y los tres hijos- en un cuarto para analizar las reacciones. Y bajo supervisión de detectives y trabajadores sociales del condado, Pinzón rompió en llanto tras preguntar a los hermanos por qué no le habían dicho sobre las acciones de su madre. A esto, le respondió uno “no sabías porque siempre estabas trabajando”.

Ese mismo día Aguilar, de 39 años, fue arrestada y acusada de asesinato, al cual se declaró no culpable.

Veronica Aguilar fue detenida en relacion con la muerte de su hijo el mes pasado (Fotografía: Cortesía LAPD)
Historial de abuso

Desde 2002, la familia Aguilar se vio involucrada con el Departamento de Servicios Familiares (DCFS) del condado de Los Ángeles, pero en el lapso de una década jamás se intervino lo suficiente para salvar la vida de Yonatan, quiem según los documentos, padecía autismo.

Según contó la madre al DCFS, el menor vivió con su abuela en México hasta la edad de 5 años, y porque eran pobres él no se alimentaba bien. Al llegar a EEUU con su madre y sus hermanos, solía esconder alimentos para sí mismo. Ésta fue la explicación que dio luego que una maestra lo vio hacinando alimentos. En otra ocasión la madre dijo al DCFS que tenía que cuidar la alimentación de su hijo porque estaba enfermo del estomago.

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