A pesar de que José García Ataulfo, un sacerdote infectado por el VIH, reconoció que había abusado de 30 niñas de entre cinco y 10 años en Oaxaca (México), "ni el Estado" ni las organizaciones defensoras de menores "han conseguido proceder legalmente", debido a que "la figura sacerdotal aún inspira mucho respeto en las comunidades indígenas", denuncia Anonymous México.
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