María -Daisy- Cepeda Rodríguez

Marlenis Collado

Al hablar con María Cepeda Rodríguez, cariñosamente Daisy, la sencillez y la humildad se reflejan en su expresión. Una dama que a base de esfuerzo, dedicación, esmero y pasión cultiva y reproduce sus conocimientos culturales a través de la práctica y la enseñanza en el área del folclor.

Desde niña, Daisy se sentía atraída por las raíces del país, y empezó a escudriñar en el mundo del arte con el respaldo de su padre y su madre a los diez años en el grupo Folklórico Cibao de la comunidad de Buenos Aires.

Luego, pasa al Ballet Folclórico del Centro de la Cultura, actualmente Ballet Folklórico de Santiago, fundado por el maestro Fradique Lizardo Barinas y Antonia Alcántara. A sus cosechas en el quehacer cultural se suma ser cofundadora del Ballet Folclórico de la Universidad Tecnológica de Santiago (UTESA).

El arte la complementa con el área de Administración de Empresas Turísticas y Hoteleras, de la cual es egresada de la Universidad Dominicana (O&M). También estudió arte culinario en el politécnico Femenino Nuestra Señora de las Mercedes y en el Infotep realizó un diplomado en Educación Artística.

En su rol de bailarina y profesora ha recibido importantes reconocimientos, siendo el más reciente el otorgado por el Ballet Folklórico Nacional.

Enseñanza por vocación

“El mundo del arte es muy difícil en el país, pero cuando a uno le gusta algo persevera y se convierte en el protagonista de sus sueños”, dice la maestra Cepeda. Para ella, el folclor es ante todo una vocación en busca de perpetuar la danza folclórica todo el tiempo.

Como maestra, inició en 1987 en el Centro de la Cultura, seguido de una práctica de diez años en el Instituto de Cultura y Arte (ICA) y una jornada de ocho años en la Escuela Popular del Arte (EPA). Daisy, la maestra, es catalogada por su alumna Sobeyda Grullón como un ejemplo vivo de entrega y de vocación para cada uno de sus estudiantes.

Los sábados en la tarde, la bailarina pone sus conocimientos a disposición de los infantes y los adolescentes de distintos sectores, enseñando folclor como parte de una labor social que ella se ha dispuesto a ejercer.

Cultura de manifiesto

Como parte de una labor de mantener viva la cultura dominicana, imparte talleres y clases especiales en distintas comunidades de la región y fuera del país. En su recorrido ha tenido la oportunidad de representar a RD en: Puerto Rico, Costa Rica, Japón, Cuba, México, Estado Unidos, Haití y Panamá.

Con un tono dulce y que refleja sinceridad, la maestra Daisy confiesa que su pasión es enseñar, y que se multiplique la enseñanza de lo autóctono, pese a los ritmos foráneos que se presentan en la sociedad actual y que atentan contra la tradición oriunda.

En cada función del Ballet Folklórico de Santiago, del cual es en la actualidad la directora interina, prepara una explicación de lo que representa y significa la coreografía puesta en escena, con la finalidad de que se cree una herencia de la formación folclórica a todas las generaciones. Porque llevar los bailes y música a todo el mundo es la principal tarea de la maestra que apuesta a la cultura criolla.

Los más cercanos

Chrystian Reyes, alumno y compañero de escenario de Daysi, la define como una de las personas más sinceras y abierta que se pueda encontrar; trabajadora, dedicada, responsable, madre ejemplar, maestra de profesión y vocación y una bailarina folclórica con muchas cualidades.

“Como ente del ballet es una de las piezas clave, siempre lo ha sido, porque tiene la experiencia y el conocimiento en la materia y se le hace fácil enseñarlo. Es de las que sigue el dicho que los bailarines no solo son de pie sino también de cabeza”, relata Reyes.

Rosa Rosario, una de sus compañeras de bailes, expresa que la maestra Daisy está muy capacitada en el área folklórica y que posee una formación en valores excepcionales, y eso lo transmite a sus aprendices.

“Es una luchadora constante de mantener las coreografías folclóricas intactas. Es una gran líder al momento de explicar la historia”, asegura Rosario.