La temporada de MotoGP terminará el domingo con una
carrera llena de polémica, dentro y fuera de la pista. Valentino Rossi
espera un fin de semana “intenso”. Jorge Lorenzo destacó que “hay mucho
en juego”. Los organizadores recordaron a los participantes que “debe
prevalecer el deporte”.
Rossi tiene siete puntos de ventaja sobre Lorenzo en el campeonato
mundial, y tiene que terminar al menos segundo en el Gran Premio de
Valencia para conquistar su octavo título mundial. Sin embargo, el
italiano largará último en la parrilla como sanción por patear a Marc
Márquez en la carrera anterior y hacer que el español se cayera de su
motocicleta.
Ese incidente provocó una reacción en cadena que aumentó el interés
en la última carrera de la temporada, una de las más anticipadas en la
historia reciente de la MotoGP.
Después de lo que sucedió en el GP de Malasia, Rossi acusó a Márquez
de arruinar sus posibilidades de ganar el título para favorecer a
Lorenzo, su compatriota español y el único que puede arrebatarle la
corona. Unos días después, Márquez dijo que miembros de un programa de
televisión italiana agredieron a algunos de sus familiares cuando
trataban de grabar un sketch de comedia en el que lo presentaban como el
culpable por el incidente en Malasia.
Rossi, quien apeló infructuosamente la sanción ante el Tribunal de
Arbitraje Deportivo, inicialmente amenazó con no competir en España.
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