miércoles, 11 de noviembre de 2015

La ola de suicidios de veteranos de EE.UU. excede los muertos en las guerras de Irak y Afganistán

A diario, se producen más suicidios de veteranos de guerra de Estados Unidos que las muertes que se registran en una jornada bélica en Irak y Afganistán. Este hecho pone en entredicho las consecuencias reales de los conflictos armados en la sociedad estadounidense, aunque transcurran fuera del país y, oficialmente, causen muy pocas bajas.

El 20 de junio de 2012 Daniel Faddis, un extécnico de armas de la Marina de Estados Unidos, tomó su pistola Sig Sauer y se pegó un tiro. Era una fecha como cualquier otra, pero este hombre de 28 años se quitó la vida y se sumó a una sombría lista, que refleja que cada día se suicidan 22 veteranos de guerra estadounidenses, más del doble que la tasa de civiles, según indica un artículo del periódico 'San Jose Mercury News'.


Uno de los problemas más trágicos que afecta a quienes sirvieron a su país es el fantasma del suicidio, que a menudo aparece como consecuencia del estrés postraumático.

Tras más de un año ejerciendo presiones, este 2015 las organizaciones de veteranos consiguieron que el Congreso de EE.UU. aprobara el Acta de Prevención de Suicidios para los Veteranos, con la intención de reducir los suicidios de los excombatientes y mejorar su acceso a mejores servicios sanitarios de salud mental.

Sin embargo, estas asociaciones estiman que 17 de los 22 suicidios diarios los protagonizan antiguos soldados que no están adscritos al los servicios de salud destinados a los veteranos, con lo cual sugieren que se necesita mucha más investigación y financiación para solucionar este problema.

Con las operaciones militares norteamericanas a punto de terminar en Afganistán e Irak, la tasa de suicidios entre los exmilitares ha aumentado desde los 18 diarios que había en 2010. Mientras tanto, los estudios que ha realizado el Departamento de Asuntos de Veteranos no han logrado establecer una causa directa para que suceda esto.

"El sentido común indica que tendría que haber una correlación entre el número de despliegues y combates y el porcentaje de riesgo de suicidio", señaló Fred MacRae, coordinador jefe de prevención de suicidios en el hospital de veteranos de Palo Alto (California), pero los datos sugieren que no es necesariamente el caso.

Ni siquiera los horrores que se viven durante los combates son una causa provada de que generen más suicidios y "no son uno de los factores de alto riesgo," según Jackie Maffucci, directora de la investigación de los Veteranos Estadounidenses de Irak y Afganistán (IAVA, por sus siglas en inglés).

Daniel Faddis nunca entró en combate. Sirvió en la Policía Militar y solía hacer guardias en la puerta principal de una base naval en Bahréin. "Cuando llegó el 11-S quiso servir a su país y luchar contra todos los males del mundo", dice su padre. Sin embargo, cuando estaba en el golfo Pérsico, desarrolló un problema de alcoholismo del que nunca se recuperó.


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