Las autoridades rescataron el sábado a varios cientos de migrantes
del Mar Egeo frente a las islas griegas orientales, en aguas
relativamente tranquilas, y también reportaron la muerte de un niño.
El
infante, de entre 2 y 3 años, fue encontrado frente a las costas de
Lesbos completamente vestido, incluidas botas, y vistiendo un chaleco
salvavidas en color naranja, informó la guardia costera griega en un
comunicado.
Una portavoz de la guardia costera, hablando en
condición de anonimato, dijo a The Associated Press que no hubo reportes
de un menor extraviado por parte de los migrantes que llegaron o que
fueron rescatados hoy.
“En tanto no identifiquemos al niño, no
podemos excluir nada”, declaró, dejando la puerta abierta a la
posibilidad de que el menor pudiera haberse ahogado antes del sábado.
Previamente,
las autoridades griegas habían informado que el sábado por primera vez
en 11 días no se habían reportado muertes de migrantes en el mar Egeo,
en gran medida por el clima favorable.
Incluso con mareas
favorables, la guardia costera griega y Frontex, la agencia fronteriza
de la Unión Europea, rescataron a 429 migrantes en siete operaciones
distintas, informaron las autoridades. Uno de los botes estaba “en una
situación difícil”, mientras que otros dos estaban “a la deriva”.
Mientras
la gente huye de los conflictos en Siria, Irak y Afganistán, los países
europeos batallan para hacer frente al pesado flujo y la hostilidad de
los grupos antinmigrantes. Varios miembros de la Unión Europea se han
mostrado reacios a recibir grandes cantidades de refugiados.
La
canciller alemana Angela Merkel subrayó en su mensaje de video semanal
la necesidad de “una distribución más justa (de refugiados) en Europa”.
Al
menos 758.000 solicitantes de asilo han llegado a Alemania entre enero y
octubre de este año y esto ha tenido repercusiones políticas para
Merkel.
El más reciente mitin antiinmigrante, organizado en
Berlín por el partido Alternativa para Alemania, atrajo a 5.000 personas
gritando “¡Merkel debe irse!”.
En el suroeste de Suecia, un
edificio vacío en el que se preveía da albergue a refugiados fue quemado
hasta los cimientos, en el más reciente incendio provocado para atacar
los centros de asilo o edificios renovados para refugiados. En semanas
recientes, el país escandinavo ha registrado más de 20 incendios
provocados conforme la afluencia de refugiados ha aumentado. Suecia
prevé el arribo de hasta 190.000 inmigrantes este año.
En
Noruega, un país rico en petróleo que no es miembro de la UE, el
ministro de Justicia Anders Anundsen dijo que el gobierno planea reducir
más de 20% los beneficios para los refugiados e introducir reglas más
estrictas de inmigración.
La página de Facebook del ministerio
advierte a los posibles refugiados que podrían ser enviados a su casa si
sus solicitudes de asilo son rechazadas y que la gente que no quiera
dejar Noruega voluntariamente “será devuelta por la fuerza”.
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