Algunos piensan que en la vida de un artista “todo es
color de rosa”, que no viven penurias, decepciones o temores. Sin
embargo, la condición humana conlleva experimentar realidades que jamás
se esperan. Un ejemplo es lo vivido por Milly Quezada.
La “Reina del merengue” comenta que ha pasado por casi todas las
etapas que una mujer adulta y profesional suele vivir, pero talvez ha
descuidado una parte muy importante: su vida personal.
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