Los dos ingenieros que fueron mencionados en un 
manuscrito que habría dejado el arquitecto David Rodríguez García, antes
 de suicidarse en un baño de la Oficina de Ingenieros Supervisores de 
Obras del Estado (OISOE), admitieron en los interrogatorios, que les 
practicó el Ministerio Público, que hacían algunos “favores”.
Así lo expresó la procuradora especializada anticorrupción Laura 
Guerrero, quien empero rehusó decir que tipo de favores realizaban los 
ingenieros Joel Soriano de los Santos y Alejandro Isidro de los Santos.

 
 
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