martes, 14 de junio de 2011

PROTESTA O DESORDEN


Esta semana se inició en Santiago con protestas en distintas comunidades que reclaman un mejoramiento en el servicio eléctrico, suministro de agua, arreglo de calles, suspensión de la reforma fiscal y otras reivindicaciones que la mayoría de los protestantes no las entienden.

Sean estas justas o no, lo que no cabe en la cabeza de una población trabajadora y sobre todo que come del “día a día”, es decir, come hoy con lo que consigue hoy, es que se le impida trabajar. Buscar el “dinerito” de dar de comer a sus hijos, conscientes de que quienes las hacen no trabajan y por el contrario esas “protestas” se  convierte en fuente de ingresos para sus promotores.

El mismo derecho que tienen ellos de hacer las protestas lo tienen los demás de no apoyarla.

Pero no es solo eso, sino que si la protesta es en el barrio “X”, no tiene sentido impedirle a un residente que se traslade a su trabajo que queda muy distanciado del lugar, afectando así la frágil estabilidad económica de esa familia.

Otro de los errores es que dicen defender los intereses de los más necesitados y le rompen los cristales a todo vehículo que se acerque aunque no esté en las delimitaciones de los barrios en huelgas.

La otra parte es, que luchan por un mejoramiento del servicio energético y destruyen las redes y equipos de suministro eléctrico empeorando con ello el servicio y profundizando la crisis.

Y lo peor de todo, esos grupos que se autodefinen como defensores del medio ambiente, además de la contaminación ambiental con la quema de neumáticos, le ha dado ahora con tumbar árboles para obstruir el tránsito.

Cuando las demandas son justas y están en manos de verdaderos representantes comunitarios, estos reciben el apoyo de la ciudadanía. Pero cuando se desvirtúa se convierte en caos, desorden rechazo de todos y eso es lo que ha pasado con las protestas escenificadas en esta semana en Santiago. En vez de la solidaridad han recibido un rechazo total.

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