A pesar que durante todos estos meses el presidente Leonel Fernández había mantenido las dudas del “ir o no ir “, era casi seguro que no se repostularía aun entregándole cuatro millones de firmas.En mi artículo anterior dije que era casi seguro que no iría por una nueva repostulación, y dije “casi” por que como humano que el presidente es, tiene el derecho de errar, sin embargo las presiones internas no lograron rasgar la coraza democrática del presidente.
El ánimo repostulador tenía varios ejes desde donde se lanzaban las señales, entre ellos los que están en el poder ”PODER”, los anti danilistas, los creen que “sólo se gana él” y los que creen que con cualquier otro ellos saldrán del poder.
Todos ellos unidos presionaron para una nueva repostulación, pero no lograron doblegarlo.
Del presidente Fernández querer perpetuarse en el poder, hoy día dispone de todas las herramientas, está en el poder, tiene la cámara de diputados y el senado de la república a su favor y las encuestas lo sita por encima del 50 % de la aceptación en el pueblo dominicana.
Con todos esos poderes cualquiera se equivoca, se ablanda y osa por la repostulación. Recuerden lo que el actual candidato perredeista y entonces presidente Hipólito Mejía hizo en el 2003. Sólo un hombre como Leonel Fernández, con los pies sobre la tierra y con una verdadera vocación democrática, echa a un lado esas facilidades y se coloca por encima de su propia estatura.
En el PLD me imagino que no se esperaba una decisión diferente a la tomada por el presidente.
La oposición también lo sabía, pero mantenía el tema para provocar malestar a lo interno del PLD, y en política eso es válido. Al igual que la llamada “sociedad civil”, que azuzaba el tema como una manera de justificar su razón de ser.
Ahora sólo falta esperar su entrega a la candidatura que resulte de la asamblea del Comité Central del partido de la bandera morada y la estrella amarilla.
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